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Okiagari Tentetieso La Emperatriz
7,50 €
Impuestos incluidos
La emperatriz
La emperatriz Suiko (554 - 628) fue la primera mujer en ascender al Trono del Crisantemo en Japón. Tuvo un papel importante en asuntos políticos y religiosos: durante su largo reinado, abrió relaciones con China, asentó el budismo en Japón y aprobó la Constitución de 17 artículos. Para la época, fue una mujer moderna y leal con fuertes convicciones.
Una tradición japonesa
Okiagari-koboshi significa literalmente “pequeño monje que se pone de pie”. Es un muñeco tradicional japonés hecho con papel-maché, un tentetieso que siempre vuelve a la posición vertical aunque se le intente volcar. Los okiagari koboshi ya se mencionaban en escritos del siglo XIV.
Simbolismo
Simbolizan la perseverancia y la resistencia. Recuerdan este viejo proverbio japonés: “siete veces caigo, ocho veces me levanto”. Según la tradición, se regala un muñeco por cada persona de la familia más uno con la esperanza de que nazca un bebe durante el año. Durante el Tokaichi o Mercado del décimo día, los clientes sueltan unos cuantos a la vez y se dice que los que se mantienen de pie son los que traen buena fortuna.
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- Descripción: 4,8 cm, recubierto de papel crepe y papel washi
- Made in: Japón
OKI-EMPE
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La emperatriz Suiko (554 - 628) fue la primera mujer en ascender al Trono del Crisantemo en Japón. Tuvo un papel importante en asuntos políticos y religiosos: durante su largo reinado, abrió relaciones con China, asentó el budismo en Japón y aprobó la Constitución de 17 artículos. Para la época, fue una mujer moderna y leal con fuertes convicciones.
Una tradición japonesa
Okiagari-koboshi significa literalmente “pequeño monje que se pone de pie”. Es un muñeco tradicional japonés hecho con papel-maché, un tentetieso que siempre vuelve a la posición vertical aunque se le intente volcar. Los okiagari koboshi ya se mencionaban en escritos del siglo XIV.
Simbolismo
Simbolizan la perseverancia y la resistencia. Recuerdan este viejo proverbio japonés: “siete veces caigo, ocho veces me levanto”. Según la tradición, se regala un muñeco por cada persona de la familia más uno con la esperanza de que nazca un bebe durante el año. Durante el Tokaichi o Mercado del décimo día, los clientes sueltan unos cuantos a la vez y se dice que los que se mantienen de pie son los que traen buena fortuna.